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Año 2021. Había pasado ya un año desde el inicio de la pandemia de COVID-19 y había trabajado casi siempre desde casa, asistiendo a una oficina corporativa únicamente un par de veces al mes a algo que llamábamos “Hacer guardia”.
Un día cualquiera, mi jefa de ese momento me mandó un mensaje que decía: “Itzel buen día, mañana nos toca ir a Corpo, te veo allá.” En el momento que leí ese mensaje hubo dos cosas que llamaron mi atención y presagiaban que algo no andaba bien:
Me pedía ir a la oficina para ser despedida en persona, no tenía duda.
Año 2019. Recuerdo vívidamente estar pasando el rato en el comedor del corporativo donde trabajaba con una de mis más cercanas compañeras y de repente tener muy claro qué era lo que quería para mi siguiente paso profesional: trabajar en un lugar divertido y dinámico.
“¿Cómo que un lugar divertido?”, respondió ella. Hubo un silencio de mi parte y después respondí “No sé… pero definitivamente no es esto”. El tema no tuvo mayor relevancia en la sobremesa pero sí en mí. Debía hacer un plan de acciones concretas para llegar a ese lugar que sí me entusiasmaba.
Me estaba preparando para dar el salto de carrera cuando llegó la pandemia, y en ese momento no parecía muy sabio hacer cualquier cambio. Y me quedé ahí, haciendo lo mismo que siempre, con poco o nada que me entusiasmara… hasta que ese mensaje de WhatsApp llegó.
Y ahora que sé lo que quiero, ¿cómo le hago para conseguirlo?
Si alguna vez te has encontrado en una posición parecida a la de mi Yo del pasado y te abruma el no saber cómo comenzar con esa transición en tu carrera, estas son mis recomendaciones para ti:
A veces volteamos a ver un giro, una empresa o puesto con anhelo, pero con la suficiente autocrítica para admitir que no sabemos nada al respecto.
Hoy gracias a las herramientas digitales a nuestro alcance es más fácil el llegar a lugares de consulta especializada que pueden ayudarte a que inicies tu contextualización y aprendizaje de ese tema, y entonces deje de ser tan desconocido.
Dependerá de lo que quieras hacer pero algunas herramientas para adquirir conocimientos pueden ser libros y revistas especializadas, cursos o diplomados en universidades, seminarios, webinars, bootcamps, o cursos en línea en plataformas de aprendizaje como Platzi, Udemy, Crehana, Skillshare, etc.
Una de las mejores maneras para generar un semillero de oportunidades a futuro es el hacer networking. Pero no me refiero al hacer conexiones sin contexto y forzadas en LinkedIn, sino el entablar relaciones bilaterales de genuino interés.
Participar en foros o grupos en línea donde se discutan temas relacionados al área de tu interés, webinars o meetups presenciales puede ser un buen comienzo.
Lo más probable es que mientras investigas y experimentas con el punto 1 y 2 de esta lista de recomendaciones, llegues a personas que valores y admires, personas cuya carrera quieras emular.
Anímate a acercarte a esa persona y comparte tu interés en hacer eso que él o ella hace. Te recomiendo acercarte a mentores brillantes, pero con la suficiente humildad intelectual para no tomarse tan en serio. Por lo general, quienes comparten estas características te podrán inspirar más allá de lo técnico o lo estrictamente laboral.
Ahora que tienes el background teórico y un mentor que te guíe, es momento de poner en práctica lo aprendido.
A mí en este punto me funcionó tener trabajos esporádicos como freelance; una actividad lo suficientemente flexible que me permitía seguir con la seguridad económica de mi trabajo de 9 a 6, pero con la exigencia suficiente como para buscar dar lo mejor de mí y ahora poner a prueba los conocimientos que había recolectado en mi paso al desarrollo profesional.
Hay varias páginas donde puedes encontrar trabajos como freelance: Workana, Freelancer, Upwork, Fiverr, y más.
Si bien las recomendaciones que te compartí no son una receta mágica, tengo la certeza de que podrán acercarte a ese empleo o proyecto profesional que hoy tienes en mente y aún no se ha logrado materializar.
Por si estabas con la duda acerca de si mis sospechas acerca del mensaje eran ciertas, te confirmo que sí. Ese día me comunicaron que mi baja (y la de un tercio de los colaboradores de ese momento) sería dentro de dos semanas a causa del panorama económico que había dejado la pandemia.
Hoy veo que ese mensaje no solo fue el inicio de un proceso de offboarding súper empático y justo (me dieron dos semanas de aviso, un curso para preparame a salir de nuevo al mercado laboral y una liquidación más que justa) sino que también fue el empujón que me obligó a dar un salto de fe a lo desconocido, a eso que soñé por primera vez en medio de un comedor Godín.
Hoy agradezco el mensaje de esa jefa que no saludaba por WhatsApp.
Año 2021. Había pasado ya un año desde el inicio de la pandemia de COVID-19 y había trabajado casi siempre desde casa, asistiendo a una oficina corporativa únicamente un par de veces al mes a algo que llamábamos “Hacer guardia”.
Un día cualquiera, mi jefa de ese momento me mandó un mensaje que decía: “Itzel buen día, mañana nos toca ir a Corpo, te veo allá.” En el momento que leí ese mensaje hubo dos cosas que llamaron mi atención y presagiaban que algo no andaba bien:
Me pedía ir a la oficina para ser despedida en persona, no tenía duda.
Año 2019. Recuerdo vívidamente estar pasando el rato en el comedor del corporativo donde trabajaba con una de mis más cercanas compañeras y de repente tener muy claro qué era lo que quería para mi siguiente paso profesional: trabajar en un lugar divertido y dinámico.
“¿Cómo que un lugar divertido?”, respondió ella. Hubo un silencio de mi parte y después respondí “No sé… pero definitivamente no es esto”. El tema no tuvo mayor relevancia en la sobremesa pero sí en mí. Debía hacer un plan de acciones concretas para llegar a ese lugar que sí me entusiasmaba.
Me estaba preparando para dar el salto de carrera cuando llegó la pandemia, y en ese momento no parecía muy sabio hacer cualquier cambio. Y me quedé ahí, haciendo lo mismo que siempre, con poco o nada que me entusiasmara… hasta que ese mensaje de WhatsApp llegó.
Y ahora que sé lo que quiero, ¿cómo le hago para conseguirlo?
Si alguna vez te has encontrado en una posición parecida a la de mi Yo del pasado y te abruma el no saber cómo comenzar con esa transición en tu carrera, estas son mis recomendaciones para ti:
A veces volteamos a ver un giro, una empresa o puesto con anhelo, pero con la suficiente autocrítica para admitir que no sabemos nada al respecto.
Hoy gracias a las herramientas digitales a nuestro alcance es más fácil el llegar a lugares de consulta especializada que pueden ayudarte a que inicies tu contextualización y aprendizaje de ese tema, y entonces deje de ser tan desconocido.
Dependerá de lo que quieras hacer pero algunas herramientas para adquirir conocimientos pueden ser libros y revistas especializadas, cursos o diplomados en universidades, seminarios, webinars, bootcamps, o cursos en línea en plataformas de aprendizaje como Platzi, Udemy, Crehana, Skillshare, etc.
Una de las mejores maneras para generar un semillero de oportunidades a futuro es el hacer networking. Pero no me refiero al hacer conexiones sin contexto y forzadas en LinkedIn, sino el entablar relaciones bilaterales de genuino interés.
Participar en foros o grupos en línea donde se discutan temas relacionados al área de tu interés, webinars o meetups presenciales puede ser un buen comienzo.
Lo más probable es que mientras investigas y experimentas con el punto 1 y 2 de esta lista de recomendaciones, llegues a personas que valores y admires, personas cuya carrera quieras emular.
Anímate a acercarte a esa persona y comparte tu interés en hacer eso que él o ella hace. Te recomiendo acercarte a mentores brillantes, pero con la suficiente humildad intelectual para no tomarse tan en serio. Por lo general, quienes comparten estas características te podrán inspirar más allá de lo técnico o lo estrictamente laboral.
Ahora que tienes el background teórico y un mentor que te guíe, es momento de poner en práctica lo aprendido.
A mí en este punto me funcionó tener trabajos esporádicos como freelance; una actividad lo suficientemente flexible que me permitía seguir con la seguridad económica de mi trabajo de 9 a 6, pero con la exigencia suficiente como para buscar dar lo mejor de mí y ahora poner a prueba los conocimientos que había recolectado en mi paso al desarrollo profesional.
Hay varias páginas donde puedes encontrar trabajos como freelance: Workana, Freelancer, Upwork, Fiverr, y más.
Si bien las recomendaciones que te compartí no son una receta mágica, tengo la certeza de que podrán acercarte a ese empleo o proyecto profesional que hoy tienes en mente y aún no se ha logrado materializar.
Por si estabas con la duda acerca de si mis sospechas acerca del mensaje eran ciertas, te confirmo que sí. Ese día me comunicaron que mi baja (y la de un tercio de los colaboradores de ese momento) sería dentro de dos semanas a causa del panorama económico que había dejado la pandemia.
Hoy veo que ese mensaje no solo fue el inicio de un proceso de offboarding súper empático y justo (me dieron dos semanas de aviso, un curso para preparame a salir de nuevo al mercado laboral y una liquidación más que justa) sino que también fue el empujón que me obligó a dar un salto de fe a lo desconocido, a eso que soñé por primera vez en medio de un comedor Godín.
Hoy agradezco el mensaje de esa jefa que no saludaba por WhatsApp.
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