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Crear una cultura como la de Kueski, no es cualquier cosa. Enfrenta diversos retos para implementarse y, por otra parte, ser un referente para otras empresas. Pero empecemos por entender qué es la cultura. Existen infinidad de definiciones de este término, desde las de expertos que son muy reconocidos hasta otros, que no tanto.
“La cultura se come a la estrategia en el desayuno”
Decía Peter Drucker, considerado el mayor filósofo del management del siglo XX. Es posible que esta frase la hayamos escuchado antes, como es mi caso, pero ahora que me encuentro en Kueski, me hace más sentido que nunca.
¿Qué resume esta breve oración y que resulta tan contundente? En pocas palabras, quiere decir que, si bien es importante tener diversas herramientas, metodologías, análisis y procesos para sobrellevar e implementar la estrategia en una empresa, no debemos olvidar que deben estar basadas en la cultura, que es, sin duda, una pieza fundamental en una organización.
No quisiéramos decirlo, pero es un hecho que la cultura va más allá de un simple término. Existen muchas empresas que invierten millones en agencias o consultores reconocidos para diseñar planes competitivos en el mercado o giro, definir su estructura financiera, lograr el desarrollo de un producto, entre otros factores, pero esta estrategia corre poca suerte, si no existe una cultura organizacional bien cimentada.
La cultura no es un adorno, ni un hecho que pretende aderezar a la estrategia, pero no por esto debe ser complicado desarrollarla para una empresa. De alguna manera simplemente sucede, sin embargo, sí es muy importante enfocarla, orientarla y sobre todo transmitirla para que los colaboradores sientan el respaldo de los líderes y de su empresa, mientras que estos líderes, cumplen sus funciones disfrutando lo que se hace “en casa”.
La cultura debe decidirse de forma consciente, con el objetivo de mejorar la condición humana del equipo de trabajo y así, permitir que el mismo personal verbalice su bienestar laboral, haciendo que los estándares de tu empresa se eleven junto con la productividad del equipo. Sólo de esta forma, la cultura se vuelve “el desayuno” más placentero que la estrategia haya tenido.
¿Qué onda con nuestra cultura? Digamos que simplemente es. De alguna manera fluye y, en la actualidad, pareciera correr por el ADN de cada uno de los miembros del equipo, a quienes llamamos kueskids. Un kueskid es aquella persona que no solamente es parte de la organización, sino miembro de una gran familia.
Por decirlo de alguna forma, “no son enchiladas”. Si bien la cultura es un tema que parece fluir de forma natural en Kueski, al ser una base fundamental de toda la organización, presenta algunos retos:
Para lograr superar estos baches, hemos identificado algunos componentes que nos han sido de utilidad para orientar la cultura organizacional de Kueski, mismos que pulimos y mejoramos conforme vamos creciendo para permitir que el staff siempre se sienta identificado con su lugar de trabajo.
La cultura puede ser un poco de todo, pero para Kueski es, sin duda, una base muy importante para nuestra operación. Desde el primer día de nuestros newbies (personas que recién ingresaron a Kueski) buscamos compartir una atmósfera de trabajo en equipo y apoyo, para que se sientan “como en casa”.
En Kueski, todos los días hay desayuno, pero el principal platillo de nuestro menú es la cultura: aquí se come, se respira y se vive en cada espacio y en cada kueskid, todos los días.
Por Pau Torres
Crear una cultura como la de Kueski, no es cualquier cosa. Enfrenta diversos retos para implementarse y, por otra parte, ser un referente para otras empresas. Pero empecemos por entender qué es la cultura. Existen infinidad de definiciones de este término, desde las de expertos que son muy reconocidos hasta otros, que no tanto.
“La cultura se come a la estrategia en el desayuno”
Decía Peter Drucker, considerado el mayor filósofo del management del siglo XX. Es posible que esta frase la hayamos escuchado antes, como es mi caso, pero ahora que me encuentro en Kueski, me hace más sentido que nunca.
¿Qué resume esta breve oración y que resulta tan contundente? En pocas palabras, quiere decir que, si bien es importante tener diversas herramientas, metodologías, análisis y procesos para sobrellevar e implementar la estrategia en una empresa, no debemos olvidar que deben estar basadas en la cultura, que es, sin duda, una pieza fundamental en una organización.
No quisiéramos decirlo, pero es un hecho que la cultura va más allá de un simple término. Existen muchas empresas que invierten millones en agencias o consultores reconocidos para diseñar planes competitivos en el mercado o giro, definir su estructura financiera, lograr el desarrollo de un producto, entre otros factores, pero esta estrategia corre poca suerte, si no existe una cultura organizacional bien cimentada.
La cultura no es un adorno, ni un hecho que pretende aderezar a la estrategia, pero no por esto debe ser complicado desarrollarla para una empresa. De alguna manera simplemente sucede, sin embargo, sí es muy importante enfocarla, orientarla y sobre todo transmitirla para que los colaboradores sientan el respaldo de los líderes y de su empresa, mientras que estos líderes, cumplen sus funciones disfrutando lo que se hace “en casa”.
La cultura debe decidirse de forma consciente, con el objetivo de mejorar la condición humana del equipo de trabajo y así, permitir que el mismo personal verbalice su bienestar laboral, haciendo que los estándares de tu empresa se eleven junto con la productividad del equipo. Sólo de esta forma, la cultura se vuelve “el desayuno” más placentero que la estrategia haya tenido.
¿Qué onda con nuestra cultura? Digamos que simplemente es. De alguna manera fluye y, en la actualidad, pareciera correr por el ADN de cada uno de los miembros del equipo, a quienes llamamos kueskids. Un kueskid es aquella persona que no solamente es parte de la organización, sino miembro de una gran familia.
Por decirlo de alguna forma, “no son enchiladas”. Si bien la cultura es un tema que parece fluir de forma natural en Kueski, al ser una base fundamental de toda la organización, presenta algunos retos:
Para lograr superar estos baches, hemos identificado algunos componentes que nos han sido de utilidad para orientar la cultura organizacional de Kueski, mismos que pulimos y mejoramos conforme vamos creciendo para permitir que el staff siempre se sienta identificado con su lugar de trabajo.
La cultura puede ser un poco de todo, pero para Kueski es, sin duda, una base muy importante para nuestra operación. Desde el primer día de nuestros newbies (personas que recién ingresaron a Kueski) buscamos compartir una atmósfera de trabajo en equipo y apoyo, para que se sientan “como en casa”.
En Kueski, todos los días hay desayuno, pero el principal platillo de nuestro menú es la cultura: aquí se come, se respira y se vive en cada espacio y en cada kueskid, todos los días.
Por Pau Torres
La información contenida en este artículo es de carácter informativo y no constituye asesoramiento financiero, legal o comercial. En Kueski no nos hacemos responsables por las decisiones o los resultados obtenidos al implementar las recomendaciones o utilizar los productos y servicios aquí mencionados.
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